Muchas veces pensamos por error que las pieles con acné no necesitan cremas hidratantes, incluso, que si la aplicamos lo único que vamos a conseguir es proporcionarle más grasa, obstruir sus poros y producir más granitos en ella.
Pero esta idea tan generalizada no es en absoluto cierta, por lo que, si no estamos usando una crema facial para piel grasa por miedo a engrasarla más, no estamos haciendo lo correcto. Las pieles con tendencia acneica no sólo pueden usar una crema facial, sino que al hacerlo estaremos dándoles muchos beneficios que notaremos rápidamente.
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Beneficios de las cremas para pieles grasas
Como es bien sabido, una de las características de las pieles grasas frente a otro tipo de pieles, es que suelen tener un exceso de sebo, que es lo que hace que se vean siempre con demasiado brillo.
Un desequilibrio que puede ser estabilizado gracias al uso de una crema hidratante específica que la nutra ayudando a la piel de forma natural a que se regulen los niveles de sebo que produce.
La piel grasa también necesita hidratación a diario, de lo contrario se deshidratará y puede que se cree un efecto rebote, en el que la piel trata de compensar esa deshidratación con una producción de grasa mayor, haciendo que el problema vaya a más.
Por tanto, entre los principales beneficios de la crema facial para piel grasa se encuentran:
- Proporcionarle la hidratación diaria que necesita para fortalecer la barrera protectora de la piel frente a agentes externos como la contaminación, los productos de maquillaje que aplicamos sobre el rostro o el contacto con el aire frío, por ejemplo.
- Evitar la manifestación de imperfecciones como granitos o poros para que se vea más lisa, cuidada y sin rojeces, mostrando un aspecto más saludable.
- Retrasar el envejecimiento cutáneo y prevenir la aparición anticipada de arrugas y líneas de expresión.
¿Qué tienen que contener las cremas para pieles con tendencia acneica?
Cualquier crema facial para piel grasa debe cumplir una serie de requisitos y estar formulada para ese tipo de piel. Además de fijarnos en que tenga una textura ligera y que no incluya sustancias comedogénicas y sea libre de aceites (oil free) para no obstruir los poros, es recomendable que contenga algunos de estos ingredientes:
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Ácido salicílico
Aplicado de forma tópica sobre el rostro, ayuda a la piel de forma activa a su limpieza, regulando el exceso de grasa y reduciendo las rojeces y la inflamación producidas por el acné. De esta forma se logra que las espinillas se sequen y vayan despareciendo, por lo que es perfecto para las pieles grasas y mixtas con poros abiertos.
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Vitaminas del grupo B
Como la vitamina B3, también conocida como niacinamida, una vitamina esencial para la protección de la piel, que la hidrata y la ayuda a controlar la producción de sebo. Además, colabora en la formación de las ceramidas y lípidos, que tienen como función restaurar y regenerar la piel, contribuyendo así a que las células se renueven de forma adecuada.
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Zinc
Un ingrediente que se emplea en cosmética por sus propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes que actúan sobre el acné reduciendo la inflamación y calmando el enrojecimiento. Su efecto “secante» reduce visiblemente los granitos y mejora enormemente la textura de la piel.
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Extracto de té verde
Es rico en vitamina C, conocida por su acción antioxidante que frena los radicales libres y los daños que pueden producir en la piel como el estrés oxidativo y su envejecimiento prematuro.
También contiene vitamina E, otro antioxidante que protege las células, ayuda a reducir las cicatrices y las manchas de la piel y le proporciona luminosidad.
